Es difícil explicarle a les pibes de hoy, con los medios y las herramientas actuales, lo difícil que era a mediados de los noventa, siendo de un pueblo del interior, siendo del conourbano profundo, armar tu primer skate. Conseguir una tabla era una verdadera epopeya y a nosotros que estábamos en Luján, a 60 kilometros de capital, nos llevaba 3 horas de viaje, un colectivo dos trenes y un subte, llegar a la meca: La Bond Street o alguno de los locales de su periferia, aún incipiente.
Muchos empezamos con tablas “de “juguete” e incluso artesanales, tablas con tail pero sin ningún tipo de cóncave, algunos cortando esas tablas truchas que eran gigantes, clones malos del formato de tablas de los 80’s, y angostándolas dándoles con la caladora. Si a esto le sumas el hecho de vivir en CALLE DE TIERRA y la falta de comprensión de unos padres que siempre con la mejor intención, preferirían que hagas natación o rugby, realmente era todo muy difícil, armar esos primeros cajones y barandas y fun boxes , con fenólicos de la calle (la historia de nuestra causa por robar madera queda para otro día) falta de recomendaciones de parte de skaters mayores por que no había en Luján, salvo una o dos excepciones muy puntuales, skaters de mayor edad, más la total ausencia de indumentaria adecuada, peleas sanguinarias con rolingas o bikers o chetos, todo esto era parte del día a día del skater de un pueblo, o de una periferia que no fuera parte de Capital, o Quilmes o Mar Del Plata, en esos tiempos al menos, cuando la proliferación actual de skateparks no estaba ni siquiera en los más delirantes y mojados sueños del más avezado skater.
Ahora mirando para atrás pienso y no puedo dejar de preguntarme, ¿cómo surge la inquietud, la búsqueda, el deseo implacable, por subirse a un skate, como sea subirte a un skate, un fuego que solo se calma cuando el cuerpo experimenta el vértigo y el placer de deslizarse sobre una tabla? ¿Será la sensación de fluidez, de alegría, de velocidad que experimentamos de chicos bajando por el tobogán, sintiendo el viento en la cara?
¿Cómo te enamorás tan profundamente del skate si no tenés en tu barrio alguien con un skate, si no tenés un primo mayor con padre garca que le trae cosas de Miami, y le trajo un skate que no usa o solamente presume entre sus puberes amigos? ¿Cómo se transforma en la obsesión que es para los skaters a los que el skate otorgó un sentido para su vida, o al menos una direccionalidad, cómo llegás o mejor dicho cómo obtenés la intuición tan profunda de que eso es lo que querés hacer, si no tenés la oportunidad de sentirlo en carne propia, de realmente probarlo?La respuesta es simple: Como para todos los pibes de nuestra generación, naturalmente, llegamos a nuestra actividad mediante películas y videos.
Me acuerdo de la película Volando Sobre El Peligro, con Cristian Slater, y verla fue quedar marcado para siempre no solo con el skate sino con la cultura callejera que la película mostraba, o al menos como yo lo veía a esa corta edad, de manera ensoñada, alucinada, esas escenas que parecían de un video de Sublime, con una banda de forajidos mugrientos con remeras de Nirvana aunque yo no no había escuchado ni Nirvana ni Sublime aún.
Conseguir videos de skate era tan difícil como armar tu primer skate o como conseguir hardware para tu skate en general, había que indagar bastante o quizá llegar a parque Rivadavia para conseguir material, que sería luego copiado y reproducido hasta el hartazgo, ver esas máquinas andando era algo increíble, en una época de efervescencia del street y grandes apariciones, así conocimos a las leyendas, Rodney Mullen, escuchamos hablar de Jay Adams y Tony Alva, y los históricos, más los cracks del street que iban apareciendo, y Tony Hawk era muy fuerte en el vert que aún era un evento muy atrayente a diferencia de lo que sucede hoy, primeras sesiones en Metropark de Parque Sarmiento, colándonos en los peajes del Acceso Oeste con la fusca Volkswagen de un viejo amigo… Verdaderas tardes interminables de skate.
Con el tiempo surgieron los primeros videos de skate nacionales, cual o cuales fueron los primeros que se realizaron es una cuestión que sigo investigando, SI ME ACUERDO perfectamente bien cual fue el primer video de realización nacional que VI, por varios motivos, uno porque me lo pasó Emmanuel arriba que fué si se puede llamar así, mi único mentor en el princio, ya que fuí con el a comprar mi primer tabla REAL guatambu nacional sin gráficos, buen pop e imbatible precio, recuerdo que me retaba por fumar, el era más grande pero yo ya era inevitablemente punk, y el era digamos más surfer, en definitiva. A esa edad la diferencia era mucha y no éramos amigos, pero es una persona que recuerdo con simpatía a pesar de que no me corrigió de stance (lo hice yo mismo muchos años después, y es como aprender a andar de nuevo, una experiencia maravillosa y dolorosa) y bueno, ya saben lo que dicen, los amigos no te dejan patear mong#! Mal ahí Emma.